A mi hija le gusta pescar y luego comer las mojarritas fritas en la cena. El fin de semana pasada fuimos a un arroyo que desemboca en el río Uruguay. Yo por supuesto llevé mi tejido. Pero la pesca fue buena y me puse a devolver al agua aquellos peces pequeños, que no íbamos a cocinar, (según las enseñanzas de mi padre, quien sostenía que esa es la forma de conservar los cardúmenes). De repente mi hija me dijo que pescó un hermoso pez amarillo y que le mordió el dedo.Una piraña!, aunque parezca mentira en esta zona suelen verse, no muy grandes, de apenas 10 cm, pero haciendo honor a su especie, bastante feroces, con su mandíbula prominente y sus dientes agudos. Acudí en auxilio de mi hija y también recibí un mordiscón, nada de gravedad, pero impresionaba ver esos peces tan pequeñitos que no cesaban de morder, parecen rabiosas me dijo un amigo, y tiene razón. Lo que me preocupa es que abundan cuando hay peces muertos, señal que estamos envenenando los ríos y arroyos.
jueves, 22 de noviembre de 2007
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1 comentario:
Mami me parece que a los gatos le gustaron.Besotes Cami
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