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lunes, 28 de junio de 2010

Reflexiones del Negrito: ¡Tengo frío! ¿Quién me teje un ponchito?


Uy!!! cuánto tiempo sin poder escribir! en todo este tiempo estuve con ganas locas de contar cosas, pero mi dueña con su cansacio y esa cosa que llaman estrés no se daba ni por enterada que yo tenía mucho para decir. Pero yo como buen gatito fiel le perdono toda indiferencia y me quedo a su lado a cuidarla y mimarla. Pasé meses sentado junto a ella cuando navegaba por internet, he dormido en su falda mientras tejía, envuelto en esas lanas tan lindas que sólo ella consigue.
Y tanto esmero dio sus frutos, comenzó a llevarme en brazos cariñosamente y yo aproveché para seguir durmiendo con mi cabeza apoyada en su hombro. No vayan a pensar que me la paso durmiendo, sólo veinte horas por día.
Lo que no me gusta es que comenzó el invierno, ¡odio el frío!, pero las personas son tan inteligentes para descubrir maneras de combatirlo. Tienen esa caja que llaman estufa,
con un fueguito constante que nos hipnotiza, no se imaginan las batallas campales que entablamos con mis compañeros gatunos por sentarnos adelante. Ahora ella me regaló una de sus camperas, ¡es hermosa! no saben lo calentito que es dormir dentro de ella.
Pero no hay nada como la lana, ¡qué placer presionar un tejido mullido con mis patitas! no resisto la tentación y como sé que mi dueña los guarda en bolsas, cuando las encuentro olvidadas en el suelo o en una silla, me meto dentro para investigar. Encuentro cada cosa interesante! lanas, lanitas y más lanas, a cual más hermosa, blandita, colorida, tibiecita, tejidos y esos extraños utensilios que usa para enredarlas. Por cierto una vez quise utilizar mis uñitas para experimentar ese entretenimiento que llaman tejer, hice una colorida y complicada trama que me dio bastante trabajo, pero cuando ella la vio empezó a gritar como una loca, vaya a saber lo que pensó, yo solo quería imitarla y regalarme uno de esos hermosos tejidos que le gustan tanto. En cualquier momento le hago otro.
Hace tiempo que estoy tratando de decirle que me teja un ponchito. Ella hace muchas cosas abrigaditas para todos, pero no se da cuenta que su devoto gatito negro que la quiere tanto, se muere de ganas de lucir una de sus creaciones. En algún momento la escuché decir que me iba a hacer un gorrito, con perforaciones para las orejas, ¡eso no abriga nada! y yo tengo frío!!!

domingo, 20 de septiembre de 2009

Reflexiones del Negrito: mi dueña y la atención





Hola! ¿cómo están?, hace tanto tiempo que no tengo noticias de ustedes. Mi dueña anda bastante haragana para escribir, no sé lo que le pasa, todo el día de acá para allá, como si quisiera hacer diez cosas al mismo tiempo. No entiendo porqué se le ocurre llenarse de compromisos si sólo tiene dos manos y una cabeza, que últimamente no le está funcionando muy bien que digamos.

Quiero hacerle entender que me muero de ganas de leer los comentarios tan lindos que me dejan, pero cada vez entiende menos y no se le ocurre sentarse delante de la computadora a escribir.

Yo trato de mantener la calma, pensando que esas son enfermedades crónicas de las personas,

algo que nunca voy a llegar a comprender ¿cómo se llamará esa manía de llenarse de problemas?

¿tendrá cura? ¿pasará con esos pinchazos que llaman inyecciones o con esa horribles píldoras atora-gargantas que les encanta comprar?. Realmente estoy preocupado por ella, mas bien DESESPERADO, no me presta atención!!!!. A veces quisiera poder atarla para que no se vaya de casa a cada rato.

Por las noches cuando se sienta cansada a la mesa, yo me subo a la silla vecina y la miro dulcemente ¿para qué? para que me diga que parezco un sapo cururú con mi panza, enorme según ella, aplastada contra el asiento. Aunque después parece arrepentirse y comienza a acariciarme el pelito.

La sigo por todas partes y no se percata de mi presencia, le dedico mis mejores ronrones y parece que no me escucha, se la pasa hablando que tiene que hacer esto, lo otro y lo de más allá ¿quién la manda a complicarse la vida de esa manera? ¿no estaría mejor durmiendo plácidamente con sus gatitos?, me retracto: con sus gatitos no!!!, conmigo, su gatito preferido.

Hace unos días le clavé las uñas para ver si se daba cuenta que yo esperaba su atención, pero me parece que fue mala idea se levantó irritada. La noche siguiente me pasé dos horas sentado bajo su silla sin que notara mi presencia, y ella tejía impasiblemente mirando esa caja gritona que los hipnotiza todos los días; en un intento desesperado por rescatarla de esa Medusa cuadrada que la tenía atrapada, casi petrificada, con su ojo cambiante; tomé la lana entre mis dientes y la corté.

Tal como esperaba, cuando llegó al final de la hebra, dio un alarido y salió de su trance. Al principio se enojó, pero luego me subió a su falda y me acarició, diciéndome que me tenía abandonado ¡recién ahora se da cuenta!

Estuve meditando largamente sobre la cuestión, me parece que mi dueña extravió la atención ¡quién sabe dónde la olvidó!, hace ya varias semanas que la busco por la casa ¿alguna sabe qué forma tiene?

lunes, 6 de julio de 2009

Reflexiones del Negrito: Erase una vez un dulce hogar ...






... en el que convivíamos felices y tranquilos con mi amiga la renga y la perra. Fuimos felices hasta que mis dueños, que a pesar de ser muy buenos, a veces tienen ideas poco brillantes, decidieron traer al demonio amarillo. Lo hicieron para aplacar las crisis de llanto de la niña de la casa; la cual, para ser sinceros, con unas cuantas lágrimitas logra lo que quiere, hasta arruinarnos la tranquilidad a nosotros, tiernos mininos, que utilizábamos gran parte del día para disfrutar de extensas y profundas siestas ... hasta ahora!.
El problema es que el pequeño demonio amarillo se está convirtiendo en una gran demonio. Corre por toda la casa, salta, juega, no se detiene, a veces me pregunto qué es lo que pasa en su estómago, porque como buenos gatitos educados comemos todos del mismo plato. Pero a él la comida parece hacerle un efecto diferente, sale disparado en cualquier dirección sin fijarse ni siquiera con qué se choca y cuando por fin logra acostarse, no elige una caja vacía delante de la estufa: se empeña en meterse en la mía y comienza la pesadilla!!.
Me muerde la cola y las orejas continuamente, a pesar de que mi dueña, en un esfuerzo por entender a sus mascotas, le fabricó un engendro rosado para que se sacara las ganas de morder. Pero no le alcanza, muerde todo lo que encuentra, a veces pienso si no tendrá genes de tiburón, dicen que las personas hacen tantas cosas raras en unas guaridas llamadas laboratorios. Me parece que a éste lo trajeron de uno de esos lugares. Ustedes no digan nada, pero hace unos días mi dueña le estaba enseñando a entrar por la ventana y en cuanto me descuidé, estaba colgado de su oreja, sí, el muy cretino le estaba mordiendo la oreja! ¡qué osadía! ¿y si se enoja y nos nos da más de comer, o nos apaga la estufa? ¿qué hacemos?.
Además de ser insoportable, también es muy astuto, a pesar de ser un tremendo grandote, se hace el bebé chupando cuanto trapo blanco encuentra!, y mi dueña cree que es porque extraña a la mamá ¡mentira!, es para que le presten atención sólo a él. Así los tiene a todos, pendientes de sus artimañas, mientras nosotros nos sentimos desplazados.
Desde hace un tiempo a esta parte, estoy temiendo que se le ocurra meter las narices en mi blog y que me quiera sacar mis admiradoras ¿ustedes no me van a abandonar por el demonio amarillo? ¿no?. Tengan piedad de este dulce Negrito
que está pendiente de los hermosos mensajes que ustedes me dejan y que sueña con sus caricias. Por eso les pido un favor: únanse a mi club de fans, que tiene como lema: "Arriba los negritos!!, nada de demonios amarillos!"

martes, 16 de junio de 2009

Reflexiones del Negrito: Ayúdenme!! Hay ratones extraterrestres!


Todo empezó hace un par de semanas con una desgracia, no sé lo que sucedió con la gatita más pequeña, mi dueña, lo llamó accidente de tránsito, pero a mi me parece que tiene que ver con esos monstruos ruidosos que pasan por delante de la casa. La cuestión es que la niña de la casa se la pasaba todo el día llorando y sus padres no tuvieron una mejor idea que traer ¡UN GATITO BEBE!.
¿Lo pueden creer? se la pasan todo el día haciéndole atenciones a ese pequeño saco de pulgas, que para empeorar las cosas no deja de masticarme la cola y las orejas.
Decidido a hacer valer mis derechos, me subí al estante más alto del galpón y me quedé ahí durante una semana, pero nadie se percató de mi ausencia!
y cuando el hambre comenzó a hacer estragos con mi estómago y el frío me endurecía mi pelambre azabache, sentí que la batalla estaba perdida y emprendí el regreso junto a la estufa, con cara de derrotado y de pocos amigos.
Inmediatamente el pequeño demonio amarillo se dedicó a perseguirme para jugar, al principio me enojaba, pero solo conseguí que me retaran, así que accedí a jugar con él, aunque cuando pude, disimulando tiernas caricias, aproveché para sacudirlo un poco, así aprendía quién era el dueño de casa.
Después lo descubrí tratando de subirse a la cama de mi dueña, pero por suerte la niña estaba decidida a no compartir su mascota con la madre; así que se lo llevó con ella.
Conclusión: se acabó la tranquilidad de la siesta junto a la estufa, sufro pesadillas con demonios peludos y amarillos, y con cara de gatitos inocentes;
y lo que es peor: me muero de CELOS!!!!.
Aunque el susto mayor todavía estaba por venir: escuché a mi dueña decir que le iba a tejer un ratoncito al demonio peludo, ¡claro, a mí no me teje nada!.
y estaba yo durmiendo una plácida siesta cuando escucho risas, abro los ojos y ante mi vista aparece un enorme ratón extraterrestre, ¡sí!, una bestia extraña de color ROSADO, con una cabeza enorme y redonda . Mi primera impresión fue que estaba por devorarse al demonio amarillo (¡por suerte!), así que de un solo salto y con la velocidad de un rayo me escondí detrás de la estufa, no sea que se quedara con hambre y me eligiera como plato fuerte.
Las risas empeoraron, así que asomé la cabeza muy sigilosamente y en eso me doy cuenta que la pequeña fiera peluda ESTABA JUGANDO CON EL RATON ET. Me moría de vergüenza, yo escondido y todos riéndose de mi escasa valentía!, así que salí mirando hacia otro lado, me metí en el canasto y seguí durmiendo. A ella debiera darle vergüenza tejer tan feo!!!.
Algún alma caritativa seguramente se va a compadecer de este Negrito celoso y abandonado.

miércoles, 1 de abril de 2009

Reflexiones del Negrito: ¡Estoy enojado!


Aquella tarde reinaba una apacible calma otoñal, de esas que dan tal sopor que uno despierta sólo cuando el estómago reclama alimento y lamentablemente tengo un estómago con bastante mal carácter, se la pasa quejándose y boicoteándome mis plácidas siestas.
Justo me despertaba a raíz de una protesta estomacal cuando escucho a mi dueña decir que iba hasta la veterinaria. Mis instintos gatunos presagiaban la tormenta que estaba por llegar, seguro que se le daría por desparasitar a las mascotas, nombre elegante, con tinte caritativo, que usa para enmascarar la tortura a la que nos somete esas raras ocasiones en que parece poseída por un duende malvado que la ataca en ese lugar llamado veterinaria. Las veces que he visto a ese duende que llaman veterinario, me he muerto de terror, es grande, casi no habla, nos ataca con unas garras finitas y brillantes, llenas de veneno que nos hace arder la piel. Ella llama remedio a ese veneno y realmente no entiendo mucho qué es, porque después de pasar un mal rato por el pinchazo y el líquido inyectado, se me pasan todos los males, me siento tan bien que pareciera estar volando ¿no me estarán drogando?.
Esa tarde volvió con una bolsita y yo la miraba desde lo alto del techo ¡pensó que me iba a pescar desprevenido!, el futuro se tornaba tenebroso.
Y así fue, a la noche, cuando el estómago me jugó una mala pasada y tuve que bajar del techo. Escuché los murmullos y cuando entré a la cocina, el muy traicionero de mi dueño, a quien yo creía mi aliado, pero veo que también estaba sometido al duende veterinario, me agarró con un movimiento veloz y sostuvo mis patas, ella rápidamente me abrió la boca y metió unos trozos mucho más grandes que mi pequeña garganta y trató que los tragara. Se desencadenó la batalla, uñas por aquí, dientes por allá, ellos tratando de sostenerme hasta que por fin me solté. El terrible enfrentamiento dio como resultado brazos y manos heridos, las pastillas por el suelo y yo mirándolos con cara rencorosa debajo de una silla, testigo asombrado de como a las otras dos tontas les hacían tragar unas pastillas enormes.
Al día siguiente siguieron las escaramuzas, nos colocó un líquido aceitoso en la nuca, a traición por supuesto, simulando acariciarnos. No debe tener buen sentido del olfato, sino detectaría su olor espantoso, la única feliz: mi amiga la renga, que como no puede rascarse dice que ese líquido es milagroso!.
Y a la noche llegó lo peor, me volvieron a atrapar y me colocaron en la boca una pequeña mamadera que ellos llaman jeringa y me hicieron tragar un montón de líquido espeso y con sabor horrible que me quitó las ganas de comer.
Digo yo, si esos medicamentos son tan buenos como dicen, ¿no podrían fabricarlos más pequeñitos, para que pasen fácilmente por nuestras gargantas y con gustito a pescado?
Por otra parte, estoy desilusionado, nadie se dio cuenta que puse mi foto en el blog de mi dueña. Yo soy una mascota zalamera, que necesita de los mimos para vivir. Díganme que estoy lindo ¡por favor! así se me pasa el enojo; aunque, confieso que a mi dueña, en el fondo, la quiero(todo sea para que no me borre esta entrada).

martes, 24 de marzo de 2009

Reflexiones del Negrito; Auxilio!! un dragón!



La gatita chiquita dio un salto y salió corriendo, ¡siempre la misma valiente! infantil y cobarde, no se parece en nada a su temible madre, a la que a pesar de su renguera todavía no pude ganarle ninguna pelea. Busqué el motivo de semejante susto y me encontré con un monstruo verde y alargado, que se retorcía entre las macetas ¿sería eso lo que llaman un dragón?

Me oculté tras un macetón para poder observar la fiera con detenimiento. En eso escucho gritos, estaban llamando a mi dueña, que apareció, como de costumbre, con sus zancadas y sus movimientos bruscos, dando portazos y órdenes a los demás.

Mientras me aprestaba para ayudarla en la batalla final, la miro de reojo, para ver si tomaba la pala, esa arma temible que le gusta blandir ante los ataques a su jardín, pero ¡sorpresa! la veo salir sonriendo, cámara en mano, sí, con ese pequeño objeto cuadrado que ella adora y que lleva siempre colgado del cuello; es un curioso espejo de la realidad, al principio no lo entendía pero le permite conservar las imágenes como si se reflejaran en el agua y permanecieran dentro de ese aparatito. ¡Mi dueña tiene armas tan extrañas! y yo pobre minino, debo conformarme con mis garras y mis dientes.

Pensé que de este brillante aparato iba a salir un rayo mágico que fulminaría a la bestia que seguía retorciéndose ¡pero no! su espejo de agua, que no es agua porque no moja, reproducía los movimientos del reptil.

Ante tamaña cobardía y en defensa de mis dos amigas gatas, y de mi tonta dueña por supuesto, comencé una pelea sin igual.

Según mi dueña era sólo una culebra, un reptil verde e inofensivo que se alimenta de roedores e insectos, per no me convenció, comencé a perseguirla y ella a tratar de esconderse. Tomando coraje, la comencé a tocar con mis garras y de repente, el monstruo saltó sobre mí; con la rapidez de la luz salté hacia arriba y terminé a dos metros de distancia, mientras escuchaba las humillantes carcajadas de mi dueña que lo único que hacía era filmar, sin molestarse en defender a los pobres mininos de semejante peligro. En ese momento el feroz reptil desapareció por un agujero en la pared.
Mi dueña se fue con la sonrisa de oreja a oreja para bajar la filmación a la computadora y oh sorpresa! no pudo ponerla en el blog, era demasiado extensa. Ahora me toca a mí reir viendo su cara de desilusión, bien hecho! quien la mandó a reirse de sus gatitos.
Ahora, en las noches de luna miro con sigilo hacia el paredón, vigilando al monstruo escondido en él, por momentos pienso que mi dueña tiene razón, miro demasiada televisión, esa culebrita no era tan grande, después de todo.

domingo, 8 de marzo de 2009

Reflexiones del Negrito: yo quiero un blog



Hace ya un tiempo que la idea me da vueltas por la cabeza, soy un gatito muy sociable y me gustan mucho los mensajes que me dejan cuando decido escribir, además qué cosa tan interesante esa de comunicarse con aparatos, realmente las personas son muy creativas, siempre están inventando cosas novedosas y cómodas. Pero el problema está en que mi dueña publica mis entrada cuando ella quiere y anda de aquí para allá con mis ideas en la cabeza hasta que se le olvidan; no la entiendo, se queja que está cansada, pero no sabe decir que no, siempre está acumulando nuevos compromisos que no le gustan ni desea hacer, sería tan fácil decir "no quiero", pero la palabra "no" debe ser bastante tenebrosa y truculenta, quién sabe qué sensaciones horrorosas le producirá para que no la diga con frecuencia, sin duda le tiene miedo, qué cosa tan rara tenerle miedo a las palabras.
Nosotros los gatitos tenemos la ventaja de no saber hablar, entonces cuando algo nos cansa o no nos interesa, simplemente seguimos nuestra vida, sin tener que dar complicadas explicaciones.
A ella pareciera que le ocasiona más problemas decir que no que hacer lo que los otros le dicen, ¡pobre! me da lástima, debe sentirse tan cansada de correr para todos lados haciendo lo que los otros quieren, y lo tragicómico es que se considera una mujer liberada ¿de qué?, al final le queda tan poco tiempo para hacer lo que a ella le gusta, como jugar con las lanas, en eso somos muy parecidos, nos encanta enredarla, aunque ella se ayuda con unas uñas enormes que guarda en una cajita y por eso sus enredos son bastante más complicados que los que puedo hacer yo con mis uñas de gatito juguetón.
Volviendo al tema, comencé a decirle que quería un blog, y ella que no, entonces desplegando mis mejores artes seductoras, entre ronrones y caricias le pedí el suyo, se enojó!!! me dijo que es lo único personal y privado que tiene en esta casa y que no estaba dispuesta a dármelo. Claro, tiene razón, todo lo tiene que compartir con los demás, hasta su ropa, ustedes no digan nada pero cuando ella no está yo la veo a la niña de la casa hurgar en su placard y probarse todo lo que encuentra.
¿y qué puedo hacer yo con garras y sin dedos? he aquí la cuestión, .... necesito desesperadamente de ella para seguir escribiendo, así que meditando largamente en las tardes calurosas, decidí que compartamos este blog sin que ella se diera cuenta, así que, sutilmente, comencé con pequeñas modificaciones ¿las notaron?.

Hoy la escuché decir que es el día internacional de la mujer y pensé que para festejar su día se dedicaría a dormir, pero al contrario, se dedicó a limpiar la casa todo el día ¡qué manera más extraña de festejar!, sólo a ella se le ocurre.
Como soy un gatito cariñoso que aprecia todos los comentarios lindos que me han estado dejando, les mando un una dulce caricia a todas y les aconsejo, no hagan como mi dueña, disfruten el día y hagan que los demás las atiendan!!, ustedes están todo el día pensando en los demás, se merecen atención y cariño

El Negrito

miércoles, 28 de enero de 2009

Reflexiones del Negrito: cariño gatuno


Les presento a mi compinche, la Nena de la casa, con quien me une una relación amor-odio. Odio, porque como animales territoriales que somos, competimos por el lugar en la cama, por quién se queda en la habitación con aire acondicionado, quién se come la mejor porción de comida, y por lo general gana ella, hija de un temible gato de los montes, no hay quien le gane en las peleas, a pesar de sufrir de una parálisis de sus patas posteriores. Y es una relación de amor porque recuerdo el día que la trajeron, huérfana y con medio cuerpo paralizado, cabía en la mano de mi dueña, quien a pesar de su torpeza como mamá felina, la cuidó con mucho esmero y dedicación, le daba de comer y la lavaba con agua tibia, cosa que a ella la ponía de muy mal humor, no sé como no se daba cuenta que a los gatitos bebés hay que lamerlos y un día que en que la gatita protestaba firmemente por el aseo, la miré como diciendo "yo te voy a mostrar" y comencé a lamerla hasta que se calló, creo que mi dueña se dio cuenta de lo que le quería explicar, pero por su cara de asco me pareció que prefería no darse por enterada. Fuimos creciendo juntos, y jugando, ella arrastrando sus patas traseras y yo ayudándola a salir adelante, hasta que un día caminó, después comenzó a trepar, pero lo que nunca pudo hacer es saltar, así que su mayor sueño imposible es cazar un ratón, por eso yo le traigo alguno de vez en cuando y lo suelto dentro de la casa para que ella pueda atraparlo. Cuando mi dueña nos ve, dice que soy un gatito de buen corazón.
También me gusta obsequiarles mis mejores presas a mis dueños, pero ellos no se daban cuenta y ponían cara de asco, hasta que un día mi dueña leyó en eso que llaman internet y donde parece que descubre todo lo que no sabe, que los gatos acostumbramos a dejar presas de regalo a nuestros dueños para demostrarles nuestro cariño ¡vaya descubrimiento, por fin se enteraron!. Desde ese momento comenzó a disimular su asco y a agradecer con caricias mis regalos.
Hace unos días, atrapé una hermosa rata de campo, para los que no conocen, son mucho más lindas que esas asquerosas ratas grises de las cloacas, tienen un pelaje castaño suave, el vientre blanco y una larga cola. Esta estaba destinada a mi dueño, busqué mediante el olfato una prenda suya, la enocontré en el baño y acomodé primorosamente mi regalo. Contra lo que esperaba, en lugar de ponerse feliz, comenzó a gritar "saquen esta porquería de mis calzoncillos" ¿quién sabe que será eso?, pero ella se rió a carcajadas durante todo el día y me llenó de caricias y besos.
Definitivamente las mujeres son más comprensivas y más dulces que los hombres.

Reflexiones del Negrito: ¿qué le pasa a la naturaleza?


Como todos los animales saben los que más sufrimos del calor somos los que tenemos el pelaje negro, los fuertes rayos solares nos dejan sin ganas ni de mover las orejas. Pero no todo es desventaja, durante la noche somos los depredadores más temidos, hasta las presas de vista más aguzada, raras veces pueden detectarnos en la oscuridad nocturna. Por suerte tengo a mis dueños que tienen un curioso aparato que cambia las estaciones, sí, aunque parezca mentira cuando eso que llaman motor comienza a ronronear, el verano se vuelve invierno y ellos se meten bajo las cobijas, entonces comienzo mi danza de caricias para que me permitan subir a la cama con ellos y así sobrellevar mejor los ardientes veranos de estos últimos años.
Contaba mi abuelo: sí, aunque no lo crean nosotros tenemos una extensa tradición oral que transmitimos de generación en generación e incluso dejamos nuestras historias grabadas en los árboles, en un intrincado lenguaje de arañazos que solo nosotros podemos entender y que al descifrarlo detenidamente nos revela los pensamientos y las historias de los mininos que han transitado por ese lugar. Mi mamá era una elegante gata siamesa que vino de una ciudad vecina y me contó historias de grandes árboles de cemento en cuyos troncos habitan las personas con sus mascotas, de una selva llena de animales metálicos y ruidosos, como el que tienen mis dueños y que ocupan para irse vaya a saber donde. En cambio mi papá era un oscuro gato venido de los montes, acostumbrado a la dura vida salvaje y que me enseñó muchas cosas. Mis dueños nunca se enteraron, pero durante años me he escapado a visitarlo y a escuchar sus historias de épocas pasadas. El me contaba que mi abuelo, que no conocía de ciudades ni de personas, vivía en los montes, en esa época los árboles eran verdes y estaban vivos!!, ahora los construyen las personas y además de ser una masa fría y fea de quien sabe qué materiales carentes de vida, son imposibles de trepar, nuestras afiladas garras resbalan una y otra vez ¿Qué pasó con los árboles verdes y vivos? uno a uno los fueron cortando los humanos para fabricar numerosas cosas que ellos consumen, y con los árboles se fueron los pastizales y la enorme variedad de animales y aves que según mi abuelo existía en otras épocas. Cuando escucho esos relatos mi fantasía vuela imaginando esas especies que nunca conocí y que la niña de la casa conoce por unos papeles llamados fotografías, aunque ella me contó que todavía hay algunos en unas extrañas prisiones llamadas zoológicos. También el clima cambió, mi abuelo contaba que antes las lluvias eran frecuentes, pasaba días enteros metido en el tronco de los árboles evitando las crecientes de los arroyos, yo no sé lo que es un arroyo ni cómo crece, el aire refrescaba fácilmente con la humedad, y la tierra se podía ver sólo cuando se escarbaba con mucho ahínco, pues todo era un tapiz verde y fresco. Cuando paseo por el jardín y veo mi pelaje lleno de tierra, que se deposita por las tardes en las que el aire se vuelve turbio de tanta polvareda, añoro las historias de grandes lluvias y tardes frescas, con animales de pelaje lustroso viviendo felices hasta que a las personas se les ocurrió talar los árboles, añoro esas épocas que no conocí y que seguramente no voy a conocer.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Reflexiones del Negrito: las manos




Hola!! tanto tiempo!!, he visto por ahí que Ceci andaba reclamando mi presencia, es divina, lástima que Tierra del Fuego queda tan lejos, sino iría a dormir en su falda; además escuché que hace mucho frío allá y yo soy un gatito subtropical, no podría vivir sin mis siestas al sol o entre las plantas. Hace tiempo que quiero escribir pero mi dueña no me presta atención, anda ocupada corriendo todo el día de un lado a otro, como si llegara el fin del mundo, no entiendo cómo puede vivir así, me canso de sólo mirarla, pero a veces se da cuenta que la miro con insistencia y me sube a su falda, pobre!, a pesar del enredo que tiene se acuerda de mi. Esa es una de las ventajas que tienen las personas y que no valoran: la facilidad para comunicarse, otra cosa que les envidio es ese hermoso par de manos que se esmeran en maltratar a diario. Sí, exactamente como dije, se esmeran en maltratar, si supieran lo que es no tener manos, seguramente las cuidarían como oro, personalmente si las tuviera, las lamería hasta sacarle brillo. Pero mi dueña no se percata de ello, cuando cocina se corta los dedos, y muchas veces hasta se quema, hace poco se volcó agua caliente, a veces pienso que le gusta sufrir. Cuando hace sus famosas artesanías y la veo asir el martillo me pongo a temblar, seguro que al menos un par de dedos se aplasta en esa actividad que ella considera "pasatiempo", vaya pasatiempo andar sacudiendo los dedos de dolor. Cuando se pone a podar las plantas, está días sacándose espinas y astillas, si no se pellizca con la tijera de podar y se pasa varios minutos retorciéndose del dolor, yo me pregunto porqué no las deja como están, vaya uno a saber qué se le cruza por la cabeza a las personas cuando deciden "acomodar las plantas", me parece más fácil y seguro dejarlas como están, al natural. También la he visto intentando coser con una aguja ensartada en un dedo, o dejando los dedos en el marco de la puerta al momento de cerrarla ¿cómo puede olvidarse de sacar los dedos?, tan inteligentes que son para otras cosas, realmente no entiendo y en tantas situaciones extrañas que termino pensando que odia esas hermosas manos que tiene. Si yo tuviera esas manos cuánto más fácil sería comer, hasta me haría una hermosa camita, pero sólo me queda soñar.

domingo, 13 de julio de 2008

Reflexiones del Negrito: la agresividad



Estoy ofendido, esa caja ruidosa que hipnotiza a todos los miembros de la casa, menos a nosotros, felinos inteligentes y sensibles, nos trató de salvajes, amén de estudiarnos como si fuéramos nosotros los agresivos.
¿Salvajes nosotros?. ¿Acaso somos los animales, los que publicamos a los cuatro vientos cuanta historia violenta sucede sobre esta tierra y nos deleitamos con placer morboso, tratando de no perder detalles? ¿acaso somos nosotros los que nos complacemos viendo correr la sangre en esa caja ruidosa y violenta, viendo cuerpos destrozados, viendo a sus propios congéneres destruirse entre ellos? ¿acaso somos nosotros los que repetimos diariamente esas atrocidades, pero en vivo y en la vida real, como sucede en muchas ciudades?, a nosotros no nos ataca esa compulsión por agredir a cuanto hermano se nos cruza adelante, como tienen aquellos que nos estudian con un esmero tal que ni se percatan que ellos son mil veces más agresivos que nosotros.
Se ve que nunca se detuvieron a mirarse, por cualquier motivo se gritan, hacen ademanes bruscos, se atacan y como no es suficientemente violento el mundo de los hombres, hay quienes dedican gran parte de su vida a inventar historias truculentas, que después los demás leen o, lo que es peor, ven a través de esa magia engañosa que es el cine. ¿Por qué digo magia engañosa? porque es un invento que ha requerido de la investigación de quién sabe qué cantidad de personas ¿para qué?, para llorar, para asustarse, para preocuparse, para todas esas emociones que dejan mal a las personas, y muy pocas veces para las hace sentir felices.
La gente prefiere los pasatiempos que producen dolor, pareciera que la acumulación de sufrimiento los hiciera sentirse más buenos, como tocados por una varita mágica, redimiendo las atrocidades que perpetran contra la madre naturaleza y contra nosotros los animales y las plantas, sus compañeros en el misterioso viaje de la vida.
Destructores por naturaleza, los depredadores más terribles que hayan caminado sobre esta tierra, tienen su lado bueno, algo que ellos llaman conciencia y que luego de observar el mundo arrasado hace que se sientan culpables y se dediquen vana y tardíamente a protegernos.
A modo de ejemplo ¿cómo creen que se pone mi dueña cuando me encuentra durmiendo tranquilamente sobre el telar lleno de lana?

viernes, 13 de junio de 2008

Reflexiones del Negrito: vivir la vida con placer


Nadie mejor que un gatito dulce como yo para hablar de vivir la vida con placer ¿o nunca se detuvieron a mira como dormimos? a veces en las posiciones más insólitas, pero siempre de una manera placentera, que se refleja en nuestros rostros, los que parecen sonreir serenamente.
Las personas hablan y hablan de sensaciones que experimentan sólo superficialmente, rápidamente, como si no les alcanzara la vida para hacer todo lo que piensan, talvez piensan demasiado y la complejidad de sus pensamientos les lleva la mayor parte de su existencia.
Utilizan sus sentidos arbitrariamente, sin servirse de ellos para sentir placer, por ejemplo se la pasan mirando esa caja ruidosa, llena de gritos, disparos, insultos y se van a dormir preocupados por las noticias que escucharon, pero no se percatan que en el jardían ese mismo día se abrieron hermosas flores y mucho menos ven el ir y venir de curiosos insectos alrededor de ellas. En cuanto al olfato ¿se acordarán del perfune de las flores al amanecer, del olor a tierra mojada después de la lluvia? al contrario, se bañan con unos líquidos tan fuertes que tapan los demás aromas de la naturaleza; y como si esto no bastara se empeñan en camuflar sus casas con perfumes inventados por ellos. Ni hablar de los sonidos, si no se gritan, encienden aparatos ensordecedores o escuchan algo llamado música que a veces se parece más a una tormenta o a un terremoto que a algo agradable, con tanto batifondo, ¿que esperanza hay que escuchen el dulce canto de un chiviro o de un cardenal?. Y por último el tacto ¿cuántas veces nos han tratado de fregones por caminar rozando las cosas? nosotros al menos experimentamos la hermosa sensación de acariciar todo lo que está cerca nuestro, aunque para ser sincero a veces se nos escapa algún arañazo; pero en cambio las personas insisten en pegarse, empujarse y se abrazan tan poco, a pesar de tener dos envidiables brazos, ideales para acariciar y abrazar todo lo que tengan a su paso.
En fin, las personas creen que viven con placer, pero sus caras demuestran lo contrario y se empeñan neciamente en buscar el placer mucho más allá de sus posibilidades, sin darse cuenta que el mayor placer está en las cosas simples . ¿para qué tienen un cerebro tan grande, entonces?

viernes, 30 de mayo de 2008

Reflexiones del Negrito: duermo entre mamá y papá


Estos días hace un frío terrible por estos lares y en consecuencia he abandonado mis andanzas nocturnas para zambullirme bajo las cobijas de mis dueños. Qué sentido tiene andar con los bigotes congelados, pisando los techos en puntas de pie y emitiendo unos lastimeros maullidos, si se puede dormir plácidamente rodeado del calor de dos personas, en verdad, no tienen pelo pero se las ingenian para mantenerse calentitos. Fue muy sencillo, observando que la niña de la casa lo único que conseguía con sus berrinches y reproches era hacer enojar a mamá ¿se llama así, no?, porque a veces escucho que le dicen de otra manera, pero no entiendo para qué complicarse con tantos nombres habiendo palabras más cortitas. Volviendo al tema, ante esta situación puse en práctica mi encanto felino y sólo necesité varias caricias y unos dulces ronrones mientras caminaba sobre la almohada para que la cobija se levantara como por arte de magia y pudiera meterme debajo.
Tal como pensaba, ¡qué cosa innecesaria la capacidad de hablar! veo a las persona utilizando millares de palabras para expresar un sentimiento que podría resumirse en una caricia, ametrallan a su interlocutor con frases, se enredan en sus ideas, y no terminan convenciendo a nadie. Ni hablar cuando expresan diferencias, nosotros solucionamos nuestros problemas con un par de arañazos y a otra cosa; en cambio las personas entablan discusiones interminables y agresivas, no pierden oportunidad de atacarse y justamente su arma preferida es la palabra, la utilizan para destruir a sus adversarios sea como sea, cuando la mayoria de las decepciones que sufren las podrían resumir en un gruñido, como hacemos nosotros y dedicar el resto del día a vivir placenteramente la vida ¡son en realidad feroces a la hora de pelearse!, talvez por eso la evolución los castigó con el don del habla. Pero tienen muchas cosas rescatables, como la habilidad de combatir el frío, esa cosa llamada estufa ¡qué gran invento! ¡la amo!
En cuanto a la cuestión de no vivir la vida con placer, será tema para otra reflexión, por lo pronto me siento afortunado por ser mudo.

domingo, 25 de mayo de 2008

Reflexiones del Negrito, estoy cansado!



Imagino las sonrisas en sus caras, pero yo soy un gato dulce y educado, no voy a decir que estuve trabajando con el taladro porque no es cierto, sólo me gustó el lugar para dormir después de un día caluroso y cansador, a la que de tanto en tanto se le da por enloquecer a todos con esas máquinas infernales es a mi dueña. No entiendo porqué se la pasa corriendo de un lado para otro todo el día, ella dice que le encantaría dormir con la tranquilidad con que duermo yo, pero cómo espera estar tranquila si no se queda quieta, ¡quién entiende a la personas!

Gracias por los comentarios sobre mis reflexiones anteriores, me encantó contar lo que siento en un blog ¿se preguntarán cómo lo hago? controlando la mente, miro dulcemente a mi dueña y ella corre a la pc a escribir. Ella piensa que es una mujer moderna, independiente, que no se deja dominar, se le nota cuando discute con el dueño de casa, pero sucumbe al primer ronron, le conzoco el talón de Aquiles. En un primer momento pensé en convencerla para que me haga un blog, como hizo la niña de la casa, que después de un berrinche logró tener el suyo, pero luego me pareció emocionante usurparle pedacitos de si vida virtual, esa que a ella la tiene atrapada.

No crean que soy un gatito controlador, no saben cuánto la quiero, nadie como ella para darle un dulce besito en la cabeza a un gatito sediento de cariño, es un don que sólo las mujeres tienen.

domingo, 18 de mayo de 2008

Reflexiones del Negrito: ¡Nada de bebés!



Mi dueña me tiene preocupado, desde hace un tiempo no hace otra cosa que mirar embobada la ropa de bebés que encuentra en internet, casi me morí de susto cuando habló de hacer una cobijita con los colores del arco iris, y pensar que a mi me dio un pulóver que había hecho para el dueño de casa y como una boba metió en el lavarropas con agua caliente, ¡quedó chiquito!!!, como para un nene de 10 años, pero ella lo descosió y lo puso en mi canasto tratando de hacerme creer que había hecho una frazadita fieltrada. Después se le dio por bajar un montón de cosas del pequeño altillo que hay en la pieza ¡casi me dio un ataque! ¡un cochecito! ¡ropa de bebé! ¡una bañerita!, sentí náuseas y salí afuera, ¿irán a traer uno de esos molestos bebés a mi casa?, esos que estampan al pobre gatito contra el piso mientras todos se ríen diciendo ¡qué carinoso, lo quiere acariciar!, que te tiran de la cola mientras se arrastran con regalitos apestosos a cuestas, dentro de esa cosa que llaman pañal. ¡cuánto más limpios somos los gatitos que hacemos un pocito y dejamos todo bien tapado!, además no nos tienen que andar cuidando todo el día.
¡Por suerte le llevó todo a la cuñada!, y escuché cuando querían convencerlo al hermano que sería lindo tener un bebé en la familia grrrrrrrrrr ¡qué horror! de sólo pensarlo me muero de celos, seguramente, si tiene un sobrinito le va a prestar más atención que a mí. No podía sacarme esa idea de la cabeza, cuando, de pronto, veo que estaba limpiando una linda sillita para bebés, lleno de bronca y con pocas ganas de sentirme desplazado, me acomodé en ella y dormí todo el día. ¡Nada de bebés! ¡la sillita es mía!.

domingo, 6 de abril de 2008

Las travesuras del Negrito


El martes por la tarde el Negrito (mi gato para quien no lo conoce), entró con su andar cansado en mi casa y se encontró con que su posesión más preciada (la que suscribe) estaba nuevamente hechizada por ese monstruo cibernético, una especie de pulpo lleno de cables con un único ojo enorme y colorido, delante del cual la dueña de la casa permanece hipnotizada por horas. Haciendo gala de su andar gatuno y flexible, mimos por aquí y por allá, unos cuantos ronrones cariñosos, trató de salvar a su dueña, pero esa especie de Godzilla la tenía atrapada, entonces se echó a su lado, y nada.!! Pasaron las horas y el pobre minino sufría ante el espectáculo, hasta que por fin!!! El monstruo cerró su ojo y su dueña pareció resucitar!, la alegría no duró mucho, tomó el tejido y se sentó delante del otro monstruo, bastante gritón por cierto, que está en la cocina y que suele controlar a la niña de la casa por horas. Y ahí permaneció hasta pasada la medianoche, y el pobre gatito dormido en una silla, hasta que talvez por cansancio, ella se levantó y se fue a la cama. El fiel gatito la acompañó y se echó a sus pies, ni una mísera caricia le había dedicado en toda la tarde, mucho menos un besito. Al tercer o cuarto patadón el Negrito no lo soportó más y se fue, ella sintió algunos ruidos pero siguió durmiendo…..
A la mañana siguiente el gatito no estaba en la cama, no salió a recibir a su dueña como todos los días y al abrir la puerta de la pieza de los tejidos……. Terremoto!!!!!
Ofendido el minino, había decidido hacer aterrizar a su dueña en la dura realidad de todos los días,………., había sacado uno por uno todos los ovillos que ella había guardado como un tesoro, ….. ahí se le vino a la mente la palabra que había estado revoloteando estos días en el grupo de tejido y que Gaby había explicado tan claramente, STASH, casi todo el stash yacía en el suelo desordenado, mordisqueado, enredado, y como para que su dueña no tuviera dudas sobre quien le había asestado tan cruel puñalada a sus sentimientos de tejedora empedernida, el muy delincuente yacía enroscado sobre el telar, durmiendo con una indiferencia directamente proporcional a la magnitud del desastre y sin siquiera levantar la cabeza, emitió un ronron como diciendo: “aguantátelas, vos no tenés otra cosa que Internet y los tejidos y a mi no me das ni cinco de bolilla….”. Cuando pudo salir de su asombro, se escuchó un estridente : “ negro de mier…!!!!!”. Cuando el resto de la familia asomó por la puerta la encontró sentada en el suelo, sobre una curiosa telaraña de lanas enredadas, ovillando mansamente y el Negrito dormía con una sonrisa de satisfacción pintada en los labios.