Como es evidente, me gusta andar por ahí con la cámara en la mano. Estos son algunos paisajes de mi pueblo, en primer lugar el balneario. Es sólo un arroyito, pero tiene el encanto de la naturaleza incontaminada, nadie arroja sus residuos en él. Espero poder verlo por muchos años todavía, así.
En el lago artificial, que hay en las termas, se han afincado numerosos animales, como los gansos que se acercan en busca de trozos de pan.
O esta nutria, que en cuanto vio la cámara, comenzó a pasearse con un andar indiferente, como queriendo parecerse al monstruo del Lago Ness en miniatura.
O las gallaretas, que nadan en grandes bandadas, y también esperan las migas que arroja algún turista paseandero. Siguiendo una, que se tomaba el trabajo de llevar cada trocito de pan hasta un lugar bastante lejano, encontramos a su bebé, destinatario de los esfuerzos de esta madere dedicada.
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Y por último, el pueblo al atardecer.
2 comentarios:
Hola María Rosa!
Qué lindos son esos botones, decoran cualquier tejido y quedan bárbaros.
Y las postales me dan ganas de salir corriendo a visitar esos lugares! Tenés suerte de vivir en un lugar así.
Besotes y lindo martes
Que belleza Ma Rosa que paz que transmite el paisaje la verdad sos afortunada de poder verlos continuamente.
Un besote:
Miriam.
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