domingo, 14 de octubre de 2007

La cobija de mi mamá



La semana pasada mi mamá me dio una cobija de lana que había estado tejiendo a dos agujas durante los últimos 25 años para que le hiciera una puntilla al crochet. Demoró bastante, a diferencia de su neurótica hija, pero valió la pena, le quedó bonita. Le hice una puntilla ancha que encontré en internet y hoy se la llevé. Me recordó algo que yo había olvidado: que esa cobija la había comenzado yo a mis 15 años, cuando vi a la mamá de una compañera tejer una con restos de lana, y me mostró unos cuadritos donde se notaban mis puntos más flojos que los de ella, en definitiva siempre he sido la culpable de sus tejidos.

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